Hola, soy Alejandro.
Soy coach, artista, acompañante del movimiento –del cuerpo, de las ideas y de las personas.
Y sí, creo que hay formas de vivir más plenas. Aunque a veces no sepamos por dónde empezar.
Un camino inesperado
Llegué al coaching de una forma casi mágica. En un momento en que nada parecía estar a mi favor, algo dentro de mí insistió en investigar. No tenía certezas, ni dinero, ni mucho menos una imagen clara de hacia dónde iba. Solo una intuición.
La primera clase, lo entendí todo. Era como si ciertas verdades que existían fuera de mí, al fin me hubieran encontrado. Desde entonces, no he dejado de caminar este camino. Y de acompañar a otros a caminar el suyo.


Del escenario al encuentro
Mi vida siempre ha estado en movimiento: he sido acróbata, actor, docente, viajero.
He aprendido a leer cuerpos, a habitar emociones, a sostener a otros en la vulnerabilidad. Estoy acostumbrado a indagar en la intimidad –la propia y la ajena– sin miedo, con respeto, con presencia.
Porque cuando alguien se anima a cambiar, yo no me guardo nada. Sé lo importante que es transformar. Lo he vivido.

Mi manera de acompañar
No creo en fórmulas. Acompaño desde la escucha real, desde la observación del cuerpo y desde la potencia del lenguaje.
Valoro la honestidad, la flexibilidad, la capacidad de mirar el caos y aprender a bailar con él.
Trabajo especialmente con personas que están emprendiendo, transitando cambios, buscando su lugar en el mundo. Porque ver nacer una idea, verla materializarse y cambiar la realidad, me parece algo brutalmente hermoso.

Lo que creo
Creo que todos podemos transformarnos. Que crecer es ampliar la mirada y asumir nuevas responsabilidades con amor.
Creo que la mente tiene poder sobre la materia. Y que no vinimos a conformarnos, sino a encontrar ese lugar donde poder ser por nosotros y por quienes nos rodean.
"Si aprendemos a bailar en el caos de la existencia, sabremos existir en paz hasta las últimas consecuencias."
Alejandro Mariscal